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Consejos que se deben tener en cuenta para que la batería del vehículo funcione bien

Consejos que se deben tener en cuenta para que la bateria del vehiculo funcione bien¿Cuántas veces nos hemos quedado varados por culpa de la batería del vehículo, especialmente en invierno? Las bajas temperaturas provocan que el rendimiento de la batería disminuya considerablemente. Pero también hay otros factores que intervienen en la dificultad del arranque, ya que, con el frío, la densidad del aceite del motor aumenta, provocando una mayor resistencia en el movimiento de las piezas del motor. De ahí, la importancia de que la batería se encuentre en buen estado.

Cerca del 90 por ciento de las fallas en los vehículos están relacionados con alguna deficiencia en el sistema eléctrico, bien en la batería, que copa la mayor parte de éstos o en el propio circuito eléctrico mientras que el 10 restante se debe normalmente a problemas mecánicos, sobre todo los relacionados con el motor y bastidor.

Las baterías de plomo son las empleadas habitualmente en los vehículos, normalmente con una tensión de 12 voltios y con capacidades comprendidas entre 45 y 95 Ah, dependiendo de las necesidades de alimentación eléctrica de los vehículos. Para que funcionen correctamente sólo requieren de un pequeño mantenimiento que también tendrá resultados positivos para prolongar la vida útil de la batería.

Revisión de la batería

A bajas temperaturas y con elevados índices de humedad los vehículos necesitan más energía eléctrica para funcionar. También es cierto que en invierno se emplean con mayor frecuencia los elementos eléctricos que más consumen del vehículo, como son los faros, la luneta térmica, el ventilador de la calefacción... dispositivos que sobrecargan la batería.
Es importante que los vasos se encuentren con el nivel de agua destilada adecuado para que pueda suministrar la tensión correcta. En caso necesario, se rellenará hasta el nivel recomendado única y exclusivamente con agua destilada desionizada.

También es fundamental que los bornes se encuentren en buen estado. Para ello se pueden limpiar con un cepillo de alambre, se colocarán los terminales, bien apretados, y se aplicará una ligera capa de vaselina por encima para evitar la sulfatación.

Con un voltímetro se podrá comprobar la tensión general de la batería que, en condiciones normales y con el motor del vehículo apagado debería estar en torno a los 12,3 – 12,7 voltios.

La batería debe estar firmemente sujeta al vehículo y los cables que salen de ella deberán estar convenientemente protegidos por un capuchón o material aislante para evitar posibles cortocircuitos.

Si necesitas desconectar la batería, comienza siempre por el borne negativo para evitar cualquier posible contacto con las partes metálicas del vehículo y el polo positivo.

¿Si el vehículo no arranca?

Es probable que, ante un descuido —hayamos podido dejar alguna luz encendida o la radio conectada— la batería no tenga fuerza para poner el motor en marcha. En los vehículos más modernos existe un sistema de protección para que esto no pueda ocurrir, ya que, si determinado un tiempo prudencial, el conductor no desconecta alguno de los servicios, el dispositivo de seguridad corta el suministro de corriente a todos los servicios del vehículo.

¿Qué podemos hacer? Lo más sencillo es ayudarnos de unos cables de arranque para poner nuestro vehículo en marcha. Deberán soportar la intensidad necesaria para el arranque y no tener una longitud excesiva para evitar sobrecalentamiento. Para ello conectaremos primero la pinza de color negro en el vehículo que no arranca (o en su defecto a una toma de masa) en el borne negativo y el otro extremo del cable a la batería del vehículo donante, también en el lado negativo. A continuación haremos lo mismo con el cable de color rojo, conectando primero la pinza en el borne de la batería en mal estado al polo positivo y, posteriormente en el borne del vehículo donante, también en el borne positivo. Pondremos el vehículo que se encuentra en buen estado en marcha para evitar una posible descarga de la batería de éste y, tras unos minutos con el motor encendido, procederemos a poner en marcha el vehículo averiado. Lo ideal es dejar los dos vehículos conectados y encendidos durante unos minutos para que la batería alcance un nivel de carga razonable.

Una vez que se haya alcanzado una temperatura correcta de funcionamiento, procederemos a soltar las pinzas en sentido inverso con cuidado (evitando que toquen ningún elemento metálico del vehículo). Soltaremos primero el rojo de las dos baterías y luego realizaremos la misma operación con el cable negro.

Si el fallo en el arranque ha sido debido a un periodo muy prolongado sin uso del vehículo o a un descuido de las luces conectadas o algún servicio que se ha quedado conectado indebidamente, en cuanto la batería recupere el nivel de carga, el problema quedará completamente solucionado. Si, por el contrario, la batería se encuentra ya en mal estado y no recupera su nivel habitual de carga, tendremos que proceder a cambiarla.

Sustitución de la batería

Dependiendo del tipo de vehículo y de su antigüedad, será un proceso que podremos realizar nosotros mismos o bien necesitaremos llevar el vehículo al taller. Sustituir una batería en vehículos de cierta edad y nivel suele ser sencillo: retirar los bornes de conexión, soltar los anclajes al vehículo, cambiar la batería por una equivalente y apretar nuevamente los bornes. Sin embargo, en los modelos más modernos este proceso no es tan sencillo, pues las baterías están integradas en un circuito que suministra energía a los diferentes dispositivos complejos del vehículo, entre ellos el sistema electrónico (ECU), equipos multimedia con sistema antirrobo, sistema de parada y arranque start & stop, etc., lo que obliga a mantener alimentación de corriente permanente para evitar que se desprogramen. En muchos modelos no es fácil acceder a la batería, a veces va recubierta con una carcasa aislante, dispone de múltiples conectores, puede estar instalada en el maletero o bien debajo de un asiento, por lo que puede requerir de herramientas especiales y experiencia para sustituir la batería de su vehículo. En este caso, es preferible acudir a un taller especializado para contar con la experiencia de profesionales en la materia.

A cada modelo, su batería

Dependiendo de la cilindrada del vehículo, del tipo de motor y de la cantidad de servicios que tenga que alimentar la batería, será necesario elegir un modelo u otro (independientemente de la posición de los bornes, positiva y negativa en la propia batería). De ahí que ofrezcan diferente capacidad de arranque en frío, normalmente comprendida entre 500 y 900 A, dependiendo del tipo de motor, gasolina, híbrido o Diésel. No todas las baterías sirven para todos los vehículos. Los modelos con sistema de parada y arranque automático y con capacidad de carga regenerativa requieren unas baterías especiales que permiten mayores ciclos de carga y descarga. Si la capacidad de la batería es pequeña no tendrá suficiente capacidad para suministrar la corriente requerida. Los vehículos dotados de sistema start & stop necesitan acumuladores con tecnología AGM, (Absorbent Glass Mat) o EFB (Enhanced Flooded Batteries), de mayor capacidad de recuperación, siguiendo siempre las recomendaciones indicadas por el fabricante.
Fuente: autopista.es

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