Tipos de portabicicletas para vehículo

Ya va quedando menos para que el buen tiempo haga su entrada triunfal y, ¿a quién no le gusta disfrutar de la naturaleza y las agradables temperaturas montado en su bici? Te explicamos los diferentes tipos de portabicicletas para el vehículo.

Aunque la situación perfecta sería montarse en la bicicleta justo en la puerta de casa y emprender el viaje, en muchas ocasiones no es posible o quizás te encuentres en la situación de que prefieres desplazarte algunos kilómetros para adentrarte en otros paisajes diferentes y descubrir nuevos rincones. Por ello, a continuación detallamos los tipos de portabicicletas para el vehículo que puedes encontrar en el mercado.

En función del modelo de vehículo que tengas, así como del portabicicletas que te resulte más práctico puedes elegir entre los siguientes: de bola, de portón trasero y de techo.

Portabicicletas de bola

Este modelo también recibe el nombre de remolque, ya que se sujeta a la bola del vehículo y permite albergar hasta un máximo de 4 bicicletas. Las ruedas van sujetas con cintas y su instalación es bastante sencilla, aunque algo costosa.

Entre sus ventajas destacan la comodidad, la no interferencia en la aerodinámica del vehículo y en el consumo, así como también la libre disposición del maletero, dado que no impiden abrirlo sin problemas.

Dentro de los portabicicletas de bola podemos diferenciar dos tipos: sin plataforma y con plataforma. En el primer caso, se trata de una estructura en forma de L invertida que se ancla a la bola y donde se colocan las bicicletas. Dado que este sistema tapa la matrícula del vehículo, se deberá colocar una placa adicional sobre las bicicletas. En el caso de los portabicicletas de bola con plataforma, como su propio nombre indica, se refiere a un soporte donde se colocan las bicicletas con una mayor estabilidad.

Portabicicletas de portón trasero

Esta solución consiste en instalar un sistema de barras articulado en la parte posterior del vehículo. Para fijarlo se utilizan ganchos y cintas, y permite transportar hasta 4 bicicletas que van colgadas sobre dicho sistema o apoyadas en una plataforma.

Si necesitas un portabicicletas para un viaje esporádico, ésta es una buena opción dado que es un sistema bastante económico, fácil de desmontar y ocupa poco espacio. Entre sus inconvenientes destacan la reducción de visibilidad de la matrícula y de las luces traseras (habrá que incluir una señalización extra), así como también la dificultad para abrir el maletero o la complejidad para instarlo.

Portabicicletas de techo

Este tipo de portabicicletas es el más utilizado debido a su fácil instalación y a la posibilidad de dejarlo colocado aunque no se utilice. El portabicicletas de techo consiste básicamente en unas barras que se fijan a la baca del vehículo y que pueden sujetar la bicicleta a través de unos brazos con pinza o mediante la colocación de un soporte específico.

Sus principales ventajas son su reducido tamaño, así como la posibilidad de circular con total visibilidad trasera o disponer de todo el espacio del maletero libre. A pesar de ello, con este tipo de portabicicletas nos vemos obligados a realizar un gran esfuerzo para subir la bicicleta hasta el techo del vehículo y fijarla. Además, llevando objetos en la parte de arriba del vehículo se incrementa la resistencia aerodinámica y esto influye en gran medida en el consumo de combustible y en la estabilidad del vehículo, sobre todo cuando hace mucho viento. También es importante tener un especial cuidado al entrar en garajes o sitios cubiertos.

Conociendo los diferentes tipos de portabicicletas para el vehículo, ¿cuál crees que ofrece una solución más práctica? Deberás valorar el tipo de vehículo en el que te vas a desplazar y la frecuencia de uso de estos elementos para decantarte por un modelo u otro.

Fuente: motor.mapfre.es