Precauciones al conducir en estado de embarazo

Aunque a veces se crea que el embarazo es una enfermedad o un obstáculo que impide a las mujeres llevar una vida normal, no es cierto, aunque sí hay que tomar algunas precauciones. Hablamos de conducir embarazada, preguntas frecuentes y consejos.

Cuando una mujer está embarazada y se pone al volante, tiene las mismas posibilidades de sufrir una lesión por accidente que cualquier otro conductor o pasajero. Por ello, tanto una conductora embarazada como cualquier otra, debe tener en cuenta los dispositivos y las medidas de seguridad necesarias para prevenir daños en caso de accidente.

Aun así, es cierto que existen dos fases del embarazo que son de alto riesgo para el bebé y la mujer: uno es durante los tres primeros meses (cuando existe mayor riesgo de desprendimiento de la placenta o rotura uterina) y otro es al final del embarazo (por el tamaño de la barriga).

En el segundo y tercer trimestre, los problemas más importantes son: desprendimiento de placenta, hemorragia, rotura del útero y lesión directa fetal. Además, las posibilidades de que se desencadene el parto en las 48 horas siguientes al accidente se multiplican por dos.

Teniendo en cuenta estos riesgos, es necesario tomar muy en cuenta cómo se puede conducir estando embarazada respondiendo a algunas preguntas frecuentes y dando una serie de consejos.
Lo primero y principal es el uso obligatorio del cinturón de seguridad, ya que este dispositivo reduce en gran medida las lesiones y la posibilidad de fallecimiento en un accidente de tráfico. En el caso de las mujeres embarazadas, el cinturón de seguridad reduce la gravedad de las lesiones, tanto en la madre como en el feto.

Para una colocación correcta, la banda pélvica o cinta horizontal no debe ir situada nunca sobre el vientre, ya que en caso de accidente el peso de la madre y presión del cinturón provocarían daños al feto, sino que se ha de colocar sobre los muslos (a la altura de las ingles), por debajo del abdomen. La banda superior, entre los pechos y sobre el hombro alejada del cuello.
Lo más recomendable es utilizar el cinturón de tres puntos de anclaje (aquellos que disponen de banda pélvica o inferior y banda torácica o superior) frente al de dos puntos. Las lesiones fetales graves se reducen en más de un 50% con este cinturón de seguridad.

Si estás embarazada y coges el vehículo, debes saber que los airbags no se pueden desactivar, sino que es más recomendable regular la distancia del asiento a unos 20 – 25 centímetros del volante para reducir el riesgo de sufrir un impacto severo. También es recomendable regular la altura del asiento y volante para que el airbag no se dirija hacia el vientre directamente.

Además de tener en cuenta estas medidas de seguridad, también hay que ser consciente de que las embarazadas sufren algunos cambios en su organismo (problemas circulatorios, alteraciones del nivel de azúcar en sangre, modificaciones en la tensión o alteración de la visión) que pueden disminuir las plenas facultades para conducir. Por ello, lo más aconsejable es consultar con el médico si existe algún problema para desplazarse en vehículo.
Fuente: motor.mapfre.es